viernes, 2 de mayo de 2014

La Aceptación

Lo que daríamos a veces por tener un botón para poder resetearnos como nuestros ordenadores. Muchas veces, cuando estamos metidos de lleno en un problema, que aparentemente no tiene solución, colapsamos y entramos en un círculo viciosos nada productivo. Vivimos a través de una  visión túnel que nos impide ver más allá del problema en sí, perdiéndonos así los buenos momentos, las sonrisas o esos paréntesis de felicidad que te regala la vida y son el motor de la existencia. 





Muchas personas se encuentran en una situación similar y cambian radicalmente gracias a un acontecimiento o a la actuación de una tercera persona que les hace mirar la vida con otros ojos. Unas palabras u otras historias de una situación similar, nos pueden hacer reflexionar sobre como nos enfrentamos a nuestros problemas o para ser más exactos a nuestros miedos.

Las personas que por suerte o por desgracia tienen algún ser querido afectado por una enfermedad o padecen algún tipo de trastorno que les impide llevar una vida normal, viven bajo la sombra de un fantasma, del miedo al mañana. Cuando tienes un niño con Síndrome de Down, Autismo, TEL, TDAH... u otras muchas patologías que existen, sin querer, perdidos en el día a día, podemos olvidar que es nuestro hijo o familiar el que está ahí, asignándole muchas veces una etiqueta, ya no es Juan, si no que su patología adquiere nombre propio, impidiéndote disfrutar de su compañía. 

En este paso se encuentra mucha gente, pero debemos ser valientes e ir un paso más allá, si queremos ayudar a ese alumno tan apreciado, ese familiar tan querido o incluso a tu propio hijo,y tener presente que el nunca será feliz si no lo eres tu primero . 

Es un paso difícil, la aceptación. Que implica el aceptar cosas como: No saber que le pasará mañana, si lo superará, si será aceptado, si podrá vivir de forma autónoma, formar una familia, en fin, ese término que tanto ansiamos y tan lejano parece, que sea normal. Pero, ¿qué es ser normal? es la primera pregunta que debemos formularnos, normal es lo que la sociedad impone, lo que nos indica el sistema, la moda... no sería mejor dejar de pensar en estos términos y pensar que todos somo únicos, tal como pensaba María Montessori, y trabajar desde esas diferencias, que a fin de cuentas es lo que nos enriquece y nos hace ser mejores. Aunque es una frase hecha en este caso se convierte en una gran verdad. No seas parte del problema se parte de la solución
Os dejo unos blogs con relatos que os proporcionarán una visión diferente y os ayudará a dar ese paso: 
Experiencias

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